lunes, 21 de abril de 2008

Cecilia Bracamonte: 'Soy una mujer por donde me miren'


Por Eduardo Abusada / Fotos: Ernesto Quilcate (Fuente: Trome)

La cantante criolla Cecilia Bracamonte cuenta cómo se le declaró Augusto Polo Campos, quien era 20 años mayor que ella. Habla de su relación con una persona de su mismo sexo, pero dice 'se acabó y soy feliz'

Cecilia, te veo muy bien, ¿cómo te mantienes?

Ja, bueno. Pienso que lo mejor es estar en paz con uno mismo y hacer mucho deporte. Voy al gimnasio y corro maratones.


Háblame de tu infancia, ustedes son diez hermanos, ¿no?

Éramos diez hermanos. Cinco hombres y cinco mujeres. Todos de padre y madre. Soy la última, la engreída. Han fallecido, hace muy poco, tres de los hombres. Antes las familias eran así, grandes. No sé si era porque no había televisión (ríe) o las condiciones eran otras.


¿Cuál era tu barrio?

Vivíamos en Angaraes, cerca al barrio de Monserrate, en Lima. Por ahí, cerca del cine 'Venecia'. No sé si aún está. Como tenía cinco hermanos hombres aprendí a jugar trompo, bolas, fútbol, la rueda esa. Hasta ahora sigo jugando todo, era muy palomilla. Mi hermano Rolando me enseñaba todas las palomilladas.


¿Qué palomilladas bravas hacías?

De todo. Recuerdo que gorreaba tranvía. Cuando arrancaba el tranvía nos colgábamos de los pasamanos, con todos mis amigos. Yo era la líder. Había uno que recorría todo el Centro de Lima y el otro más grande que iba al Callao, a La Punta. Hasta que un día me encontré con mi hermano que bajaba del tranvía y me mandó un cachetadón que no pude salir un mes de la casa.


¿Y cómo así, siendo una adolescente, te inclinaste por el criollismo, el canto?

Yo cantaba desde chiquita y nací en un barrio donde todo era criollismo. En ese tiempo había muchos programas de música criolla, concursos, todo lo criollo estaba muy motivado. No había escapatoria. Rafael Matallana, que me enseñó las primera canciones, vivía a una cuadra de mi casa. También los hermanos Dávila, el mismo gordo Casaretto. Iba al club 'El sentir de los barrios', allí se cantaba; y también al 'Club Bocanegra', donde me escucharon cantar. Actué en radio 'El Sol', que tenía 'El sentir de los barrios', y ahí empecé.


El criollismo ha estado relacionado a la bohemia, la vida nocturna, el trago y drogas. Siendo apenas una adolescente, ¿cómo sobreviviste en ese ambiente?

Lo criollo siempre ha sido asociado con la bohemia, es verdad, pero yo no lo he gozado. Cuando entro al canto, lo hice con otra mentalidad. Me decidí por una nueva propuesta dentro del criollismo, que no tiene nada que ver con el trago. Si me acostaba tarde, era por el trabajo, pero no porque me quedara de juerga. Nunca me gustó el trago.


Pero en ese ambiente abunda de todo, ¿nunca probaste drogas?

A Dios gracias, nada que ver con drogas, ni nada.


Tú, siendo una jovencísima intérprete, te casas con Augusto Polo Campos, un compositor ya consagrado, ¿cómo te enamoró?

Para empezar, no me casé. Yo tuve una relación con Augusto. Estaba contratada en Panamericana y, después, lo contrataron a él. Nos hicimos muy amigos y comenzamos a trabajar juntos con Tulio (Loza). Así pasó el tiempo y tuvimos una amistad muy estrecha. Me decía las cosas tipo décimas. Pero yo me entero que él estaba enamorado de mí por Tulio. Un día, Tulio me dice: 'El zambo se ha enamorado de ti'. Y así, un día salimos y se me declaró en décima, de pie forzado, ja, ja. Estuvimos no mucho, como dos años y medio.


¿Se puede saber por qué terminaron?

Tenía que ver con los caracteres. De repente, al final, la diferencia de edad cuenta. Yo era una chica de 17 años. A mi mamá no le gustaba la relación, porque le parecía un hombre bastante mayor. Era más de 20 años mayor. Pero cuando una se encapricha, no hay nada qué hacer.


Don Augusto es muy mujeriego, ¿no tuvieron problemas?

Cuando estuve con Augusto, no tuve esos problemas. Nuestros problema fueron no sé, por la incompatibilidad de caracteres, más que nada. Seguimos siendo amigos. Además, es el padre de mi hija y si alguien me ataca, él salta.


Más adelante, tú pones 'La estación de Barranco'. ¿Por qué se te dio por ser empresaria?

'La estación de Barranco' ya existía y en 1996 la tomé y estuve como dueña. Quería abrirme a otro frente, hacer algo diferente. Pero, la verdad, tener un negocio así, te absorbe demasiado. Tenía que amanecerme y a mí me gusta levantarme a las 5 de la mañana. No me gustaba. Aunque hubo noches maravillosas, como una vez con Albita Rodríguez, Tania Libertad o Néstor Torres.


Justamente cuando tuviste 'La estación' tú te enamoraste de una chica que era tu asistente, ¿nos puedes contar esa historia?

No. No fue así, es un tema que no quiero tocar. Sucedió algo en mi vida que me tocó vivirlo, pero no soy de las personas que se quedan en las cosas. No me arrepiento, pero tampoco era algo que tenía que quedarse para siempre.


Pero ella fue tu pareja y te traicionó, ¿no es así?

No, no. Esas cosas suceden y así como aparecen, también desaparecen. Nada más. Bueno, si entramos en los detalles de 'decepción', fue por exceso de confianza mía, en cuanto al manejo del negocio.


¿Crees que hay homofobia y discriminación en el mundo artístico musical peruano?

No sé si haya homofobia, pero discriminación sí hay, en cuestión de razas. Percibo mucho eso del negro, el cholo, el esto... Acá se cholea y negrea mucho.


¿Cómo te consideras?

Una chola, una chola blanca. Chola de corazón e hincha de la 'U'. ja, ja.


Pero cuando salió a la luz tu amor con otra mujer, ¿experimentaste algún rechazo o discriminación?

Jamás. Yo nunca he sufrido un falta de respeto. Mi gente siempre está estable conmigo. Nunca cambió nada. Las cosas sucedieron como sucedieron. Se acabó, yo lo superé y soy una mujer por donde me miren. Y soy feliz.


Cambiando de tema, la semana pasada declaró Fabiola de la Cuba que una vez 'te mandó a la m...' porque tú dijiste que ella se acostaba con medio mundo, ¿hay bronca con ella?

Nada. Fabiola es una chica que recién empieza. Por ahí vi, en algún periódico, 'guerra de las criollas', y no hay tal cosa. Además, ella no se reconoce como cantante criolla, sino de música nacional. Y yo no se a qué vienen las declaraciones de ella, de algo que ha pasado hace tres años y, además, es mentira. Jamás me ha mandado a la 'eme'.


Para finalizar, ¿cómo anda tu corazoncito actualmente, tienes pareja?

No, ahorita estoy tranquila. La verdad es que cuando te enamoras, es una intranquilidad. No sé cómo describir el tema del amor, pero es jodido (ríe). Tampoco niego la posibilidad, siempre digo que estoy en oferta, ja, ja, ja.

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