martes, 27 de mayo de 2008



'Fujimori no me mira a los ojos'


Por Eduardo Abusada/Foto: José Rojas Fuente Trome

El valiente general Rodolfo Robles denunció la existencia del 'Grupo Colina' en plena dictadura mafiosa y fue perseguido y obligado a exiliarse con su familia en Argentina.
Cuenta que en el juicio ve deprimido y preocupado por su futuro a ex presidente, que Montesinos era un cadete que andaba por las sombras y se avergüenza de haber sido compañero de Hermoza Ríos.


General Robles, ¿qué impresión le dio Fujimori cuando lo conoció por primera vez?
Lo conocí en 1992, cuando era Comandante General de la Tercera Región Militar en Arequipa. Nos estrechamos la mano. Cuando conversamos, era muy retraído. Se notaba que no tenía mucha facilidad de comunicación. Me pareció una persona normal, no tenía idea de que tuviera afanes políticos, más allá del altísimo cargo que había conseguido. Luego lo vi otra vez, el 5 de abril, el mismo día del golpe, cuando tuvimos una reunión de comando.

¿Usted sabía que iba a dar el golpe del 5 de abril?
En la Comandancia General, con el general Hermoza Ríos a la cabeza, se nos explicó que esa noche el Presidente iba a dar una declaración por televisión, donde anunciaría medidas extraordinarias, en vista que la situación era de tal naturaleza, que prácticamente Sendero Luminoso había alcanzado el equilibrio estratégico en Lima. Esa fue la mentira que nos contaron Vladimiro Montesinos y Salazar Monroe, que Sendero prácticamente estaba ganando la guerra. Ahí habló Montesinos, quien hizo toda una exposición donde pintó la idea de que Lima estaba rodeada y pronto iban a dar el zarpazo con una cantidad de atentados incontrolables. Luego nos enteramos que no era así. Más tarde, entró Hermoza Ríos y dijo que el Estado Mayor daba unas recomendaciones que en la noche anunciaría el Presidente, como el cierre del Congreso.

Usted proviene de una familia castrense.
Soy de Trujillo. Mi padre era militar, oficial del Ejército, de Infantería. He tenido dos hermanos en la Escuela Militar, también de Infantería, y otro hermano en la Naval. Además, mis dos hijos también son militares, de Ingienería, como yo. Mi padre fue cambiado a Lima. Nos instalamos en el barrio de Caravelí, en Breña.

Pero ahora, en el juicio, tiene a un rival muy duro en el abogado de Fujimori, César Nakazaki, ¿lo está 'dribleando' bien?
De repente, mentalmente, sí. Hay que darle méritos en que es un abogado hábil. Realmente está defendiendo lo indefendible. Pero sabe utilizar muy bien los sofismas. Sobre todo, es muy insistente y pregunta lo mismo de diferentes formas, para buscar que uno se maree y saltar para indicar que es una contradicción.

Hablando de militares, se comenta que cuando Montesinos era capitán se preocupaba más por su apariencia física, que por su entrenamiento marcial y su casillero estaba lleno de cremas y perfumes.
Yo era instructor en la Escuela Militar de Chorrillos y lo conocí de cadete. Era instructor de su promoción. Él era artillero y yo, instructor de los cadetes de Ingeniería, donde estaba el que fue Espada de Honor. Recuerdo a los mejores, pero, en esa escala, el cadete Montesinos ni aparecía. Siempre andaba por las sombras, se escabullía, era escurridizo. Se notaba que de soldado no tenía nada. A mí me llamó la atención la acusación que le hace el narco Chávez Peñaherrera, 'Vaticano', cuando Montesinos se puso medio raro, cariñoso (contó que el 'Doc' le tocó el miembro viril).

Hablando del juicio a Fujimori donde está de testigo, ¿qué vio en los ojos y el semblante del ex Presidente, luego de no verlo, cara a cara, durante años?
Al principio, yo lo miraba a los ojos, pero él nunca me ha devuelto la mirada. Si lo veo, está dormitando o haciendo otra cosa, agacha la cabeza. Realmente, lo veo como una persona deprimida. Me da la sensación que por ratos, se da cuenta de la gravedad de su situación y, también, hace mucho esfuerzo para hacer creer que tiene un espíritu muy altivo. Es un hombre preocupado por su destino en los próximos años.

Usted saltó a los medios por denunciar al 'Grupo Colina, ¿cómo se enteró de su existencia?
Por la denuncia que hacen los congresistas Henry Pease y Carlos Cuaresma, que unos recicladores les llevaron los huesos de La Cantuta. Se dijo que las Fuerzas Armadas estarían comprometidas y yo empecé a tomar conocimiento por conocidos que tenía en el Servicio de Inteligencia.

¿Por qué tomó la decisión de revelar esto, pues su carrera peligraba?
Comencé a investigar porque yo era el tercero en la línea de mando, no podía ser ajeno. Lo denuncié el 5 de mayo de 1993. Se estaba encubriendo a un grupo de asesinos y le exigí a un compañero que tenía en el Tribunal Militar que sancione, antes que lo haga el fuero civil, para que el mismo Ejército repare eso. Sentí vergüenza de que a toda la institución nos miren como asesinos.

¿Puede probar que Fujimori estaba al tanto del accionar del 'Grupo Colina'?
En primer lugar, este escuadrón fue organizado por el Servicio de Inteligencia Nacional, jefaturado por Montesinos, y la ley dice que el SIN depende directamente del Presidente de la República. Entonces, él tenía que estar enterado. Fujimorí conocía. Además, él los ha condecorado por haber estado en operaciones de inteligencia que eran asesinatos. Por último, cuando hice la denuncia ahí me convencí, porque Fujimori -en lugar de investigar- comenzó a perseguirme y acosar a mi familia.

¿Qué tipo de amenzas recibió?, ¿intentaron matarlo?
Cuando estuve investigando me delataron, y quisieron cambiarme a la OEA. No acepté, me pareció vergonzoso, era como aceptar un precio. Los del 'Grupo Colina' cometieron el gran error de llamarme por teléfono, esa misma noche, para amenazarme. Mi esposa levantó el fono y comenzaron a intimidarme: 'Te vamos a matar cobarde, por qué no te sublevas si eres tan hombre'. Estos son tan brutos, que me llamaron esa misma noche y querían que me levante para aplastarme. Lo pensé, pero ellos estaban preparados para atacar y sólo haría morir a aquellos que creían en mí. Me di cuenta que estaban decididos a todo. Luego me enteré que quien estaba a cargo de vigilarme era Jesús Sosa ('Kerosene'), y ese no entraba en vainas, y también 'Chuqui' (ambos miembros de 'Colina'). Cuando me fui a Argentina, también llegaban hasta allá las amenazas.

¿Creía en Fujimori cuando llegó al poder en el 90'?
Creía que era un Presidente muy interesante. La verdad es que me tragué el cuento del 'chinito buena gente', que se había hecho solo, el que hizo su campaña con su tractorcito. Creía que era un hombre bueno, parecía que hizo todo por su propio esfuerzo. Pero mira, quiso instalar un proyecto de 20 años, una especie de satrapía de carácter oriental.

¿Le avergüenza haber sido compañero de armas de Hermoza Ríos?
(silencio) Sí, la verdad que sí. Y me avergüenzo de ellos, porque son unos ladrones y asesinos.

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